¡Dios mio! ¿Es usted, señor Bumble? exclamó horrorizada la señora Mann. Y, dirigién se en voz baja a la criada, ordenó: Susan, sube a esos tres mocosos de la carbonera y lávalos inmediatamente. Vengo a llevarme a Oliver Twist dijo el celador. Hoy cum...
ЧитатьNací envuelto en una membrana que se trató de vender, anunciándola en los periódicos, al módico precio de quince guineas. No sé si los marineros en aquella época tendrían poco dinero o si lo que tenían era poca fe y preferían cinturones de corcho ; ...
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