Le pregunté en qué podía servirle, y dijo que quería beber ron; pero, cuando iba a traérselo, se sentó sobre una mesa y me hizo una seña de que me acercara. Me quedé quieto donde estaba con el paño de limpieza en las manos. -Acércate, hijo -me llamó-...
LeerBet y Nan eran gemelas y tenían quince años. Dos muchachitas de buen corazón, desaseadas, harapientas y muy ignorantes. Su madre se parecía a ellas, pero el padre y la abuela eran un par de demonios que se embriagaban siempre que tenían ocasión de ha...
LeerDelante de los perros, calzando anchos y blandos zapatos de pelo para la nieve, avanzaba trabajosamente un hombre. Detrás del trineo iba otro. Dentro, en la caja, iba un tercero para quien todo esfuerzo había ya terminado: una víctima de aquel salvaj...
LeerAsí pues, estaba pensando (y pensar le costaba cierto esfuerzo, porque el calor del día la había dejado soñolienta y atontada) si el placer de tejer una guirnalda de margaritas la compensaría del trabajo de levantarse y coger las margaritas, cuando d...
Leer––¡Ah, caramba! ¡Después de todo, puede que resulte interesante! ––¿No es un acto social, entonces? ––No; estrictamente profesional. ––¿Y de un cliente noble? ––Uno de los grandes de Inglaterra. ––Querido amigo, le felicito. ––Le aseguro, Watson, sin...
Leer-Me parece -dije, siguiendo hasta donde me era posible los métodos de mi compañeroque el doctor Mortimer es un médico entrado en años y prestigioso que disfruta de general estimación, puesto que quienes lo conocen le han dado esta muestra de su aprec...
Leer