Nací envuelto en una membrana que se trató de vender, anunciándola en los periódicos, al módico precio de quince guineas. No sé si los marineros en aquella época tendrían poco dinero o si lo que tenían era poca fe y preferían cinturones de corcho ; ...
LeerUrsus y Homo iban de encrucijada en encrucijada, de las plazas públicas de Aberystwith a las plazas públicas de Yeddburg, de región en región, de condado en condado, de ciudad en ciudad. Cuando se agotaba un mercado, pasaban a otro. Ursus vivía en un...
Leer— Veo un gran barco, a unos tres tiros de pistola. Pero no sabría decir si vienen de las Tortugas o de las colonias españolas. — Sean quienes fueren, nos han visto, Wan Stiller, y no nos dejarán escapar. La misma voz de antes volvió a resonar en las ...
LeerMARK...
LeerA las órdenes del capitán Hull, buen marino y también uno de los más hábiles arponeros de la flotilla, se encontraba un equipo compuesto de cinco marineros y un grumete, lo cual era bien poco para la pesca de la ballena, que exige un personal bastant...
Leer-¡Bah! Los médicos de cabecera hacen lo mismo, lord Canterville. Amigo mío, un fantasma no puede existir, y no creo que las leyes de la Naturaleza admitan excepciones en favor de la aristocracia inglesa. -Realmente son ustedes muy naturales en Estado...
LeerLo que aquel 6 de enero animaba de tal forma al pueblo de París, como dice el cronista Jehan de Troyes, era la coincidencia de la doble celebración, ya de tiempos inmemoriales, del día de Reyes y la fiesta de los locos. Ese día había de encenderse un...
Leer--Ya comprendo --dijo entonces sonriendo y rascándose la peluca--. Está visto que esa vocecita ha sido una ilusión mía. ¡Reanudemos la tarea! Y tomando de nuevo el hacha, pegó un formidable hachazo en el leño --¡Ay! ¡Me has hecho daño! --dijo quejánd...
LeerSobre aquellos amplios dominios reinaba Buck. Allí había nacido y allí había vivido los cuatro años de su existencia. Es verdad que había otros perros, pero no contaban. Iban y venían, se instalaban en las espaciosas perreras o moraban discretamente ...
Leer-¡Ya estás! ¡Que no se me haya ocurrido pensar en esa despensa!... ¿Qué estabas haciendo ahí? -Nada. -¿Nada? Mírate esas manos, mírate esa boca... ¿Qué es eso pegajoso? -No lo sé, tía. -Bueno; pues yo sí lo sé. Es dulce, eso es. Mil veces te he dicho...
LeerAunque parezca realmente extraordinario, jamás he leído un prospecto farmacéutico sin llegar inevitablemente a la conclusión de que padezco de la enfermedad allí descrita, y en su forma más virulenta. El diagnóstico parece coincidir, sin excepción y ...
LeerMas, como se sabe, lo que sorprende el espíritu caprichoso del poeta no siempre es lo que impresiona a la masa de lectores. Ahora bien, al admirar, como los demás admirarán sin duda, los detalles que hemos señalado, lo que más nos preocupó fue una co...
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