Bet y Nan eran gemelas y tenían quince años. Dos muchachitas de buen corazón, desaseadas, harapientas y muy ignorantes. Su madre se parecía a ellas, pero el padre y la abuela eran un par de demonios que se embriagaban siempre que tenían ocasión de ha...
Read-¡Ya estás! ¡Que no se me haya ocurrido pensar en esa despensa!... ¿Qué estabas haciendo ahí? -Nada. -¿Nada? Mírate esas manos, mírate esa boca... ¿Qué es eso pegajoso? -No lo sé, tía. -Bueno; pues yo sí lo sé. Es dulce, eso es. Mil veces te he dicho...
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