-¡Bah! Los médicos de cabecera hacen lo mismo, lord Canterville. Amigo mío, un fantasma no puede existir, y no creo que las leyes de la Naturaleza admitan excepciones en favor de la aristocracia inglesa. -Realmente son ustedes muy naturales en Estado...
-¡Ya estás! ¡Que no se me haya ocurrido pensar en esa despensa!... ¿Qué estabas haciendo ahí? -Nada. -¿Nada? Mírate esas manos, mírate esa boca... ¿Qué es eso pegajoso? -No lo sé, tía. -Bueno; pues yo sí lo sé. Es dulce, eso es. Mil veces te he dicho...
––¡Ah, caramba! ¡Después de todo, puede que resulte interesante! ––¿No es un acto social, entonces? ––No; estrictamente profesional. ––¿Y de un cliente noble? ––Uno de los grandes de Inglaterra. ––Querido amigo, le felicito. ––Le aseguro, Watson, sin...
Parecía estar tan escarmentado por la amarga experiencia, que le era lícito llamarlas como quisiera, y, sin embargo, no podía pasarse dos días seguidos sin «la raza inferior». En la sociedad de hombres estaba aburrido y no parecía el mismo; con ellos...
Sospechas sin duda que circunstancias concretas que han marcado profundamente mi vida, conceden relevancia a este insignificante acontecimiento, y así es en efecto. Reúno todas mis fuerzas para contarte con tranquilidad y paciencia algunas cosas de m...